Fuente: elPeriódico
Las finanzas de los principales países del mundo desarrollado están en riesgo de desencadenar fuertes tensiones globales debido a la pandemia de Covid-19, la invasión rusa de Ucrania y la crisis de inflación. La OCDE advierte que la deuda pública aumentará y que los países deberán refinanciar la mitad de sus títulos en los próximos tres años. La retirada de los bancos centrales como compradores de bonos agrava la situación. Se teme una crisis de deuda, especialmente perjudicial para los países emergentes, y se espera un mayor gasto en el servicio de la deuda y restricciones fiscales en los próximos años.
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ResponderEliminarEsta noticia es un claro reflejo de las fallas fundamentales del sistema capitalista global. La pandemia de Covid-19, la invasión rusa de Ucrania y la crisis de inflación son solo síntomas de un sistema que beneficia a unos pocos a expensas de las masas.
ResponderEliminarLa creciente deuda pública y la necesidad de refinanciación son consecuencias directas de la priorización de los intereses de las élites financieras sobre las necesidades de la gente común. Mientras los bancos centrales retiran su apoyo como compradores de bonos, los países se encuentran en una situación aún más precaria.
Esta crisis de deuda tendrá un impacto devastador, especialmente en los países emergentes y en los sectores más vulnerables de la sociedad. Se espera un mayor gasto en el servicio de la deuda y restricciones fiscales, lo que solo profundizará la desigualdad y el sufrimiento de las personas.
Es hora de cuestionar radicalmente el sistema económico y financiero actual. Debemos luchar por una sociedad basada en la justicia social y la equidad, donde la riqueza se distribuya de manera justa y las necesidades básicas de todos sean atendidas. La revolución es inevitable, y esta crisis de deuda es solo una muestra más de la urgencia de cambiar el orden establecido.